viernes, 1 de septiembre de 2023

LOS EXILIOS DE ISRAEL


April 20, 2020 
(By bibliasholman)

Por Duane A. Garrett

Dos conceptos distintos, pero relacionados, que moldean la historia de Israel son «exilio» y «diáspora». Un «exilio» consiste en la remoción por la fuerza de la mayor parte de la población de un país, especialmente las clases altas y las personas mejor preparadas, para trasladarla desde su tierra de origen hacia un país diferente. El pueblo judío fue exiliado en varias ocasiones.

El primer exilio de los israelitas fue el del reino del norte (Samaria) llevado a cabo por los asirios, que se produjo en dos fases: la primera en el 734 a.C. bajo Tiglat-pileser III (2 R. 15:29); y la segunda y culminante, en el 722 a.C., bajo Salmanasar y su sucesor, Sargón II, cuando la ciudad de Samaria fue destruida y el reino del norte dejó de existir (2 R. 17:5-6).

El siguiente exilio importante acarreó la destrucción del reino del sur (Judá) y la ciudad de Jerusalén. Tuvo lugar también en varias fases, todas bajo el reinado del rey babilonio Nabucodonosor II (Jer. 52:28-30). La más terrible fue en el 586 a.C. (Jer. 52:29), cuando el templo de Salomón fue destruido y la dinastía de David llegó a su fin.

El tercer exilio más importante de los judíos tuvo lugar bajo el dominio de Roma, y sucedió también en dos fases. En el 70 d.C.

El 1º se dió cuando Tito, el general romano (y posterior emperador), destruyó Jerusalén y el templo de Herodes. 

El 2º, fue la rebelión judía (llamada la rebelión de Bar Kojba por el nombre de su líder) sucedió durante el gobierno del emperador Adriano, del 132 al 136 d.C. Fue un conflicto sangriento, tras el cual los victoriosos romanos decretaron la prohibición de que los judíos vivieran en Palestina, lo que supuso un exilio en el que los conquistadores deportaron a todos los judíos de Eretz Ystael.

La «diáspora» consiste en la dispersión de los judíos por todo el mundo. Este proceso empezó en tiempos de la destrucción de Samaria y continuó tras el exilio a Babilonia. 

En la historia de Ester, por ejemplo, se menciona a judíos dispersos por todo el Imperio persa. Esta dispersión continuó a pesar de que los persas permitieron la repatriación de los judíos. Algunos enclaves judíos en tierras extranjeras son bien conocidos. Se sabe, por ejemplo, que en el siglo V a.C. había una comunidad judía en Elefantina (en el sur de Egipto), y a comienzos del siglo III a.C. había otra parecida en Alejandría (en el norte de Egipto). 

La diáspora judía incluyó lugares tan diferentes como la antigua Roma, la España medieval, Yemen, Irak, Rusia, Alemania y Estados Unidos; y continúa en la actualidad, a pesar de la existencia de una patria judía en Israel. 

El libro de Ester presenta también una descripción precisa del tipo de experiencias que atravesaron los judíos que vivían en la diáspora. Por una parte, realizaron contribuciones positivas a sus países de acogida y, con frecuencia, alcanzaron posiciones de prestigio. Sin embargo, por otra parte, fueron incansable e injustamente perseguidos.

Tanto los Exilios y la Diáspora fueron castigos impuestos por Dios a Israel por su idolatría e incredulidad (Dt. 28:64-68; Is. 6:11-12; 39:1-7; Jer. 6:1-8; 19:1-13; Ez. 5:5-12; Am. 8:1-12). Quizás el pasaje más importante sobre este asunto sea Dt. 29:24-28:

«… todas las naciones dirán:  ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? […] Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová […] y sirvieron a dioses ajenos […]. Por tanto, se encendió la ira de Jehová […] y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve».

Sin embargo, aquí no acaba la historia. Los profetas también anunciaron que Dios restauraría la dinastía caída de David (Os. 3:5; Am. 9:11) y daría a Israel un nuevo pacto que sustituiría al que había quebrantado (Jer. 31:31-34); y hoy, mientras Israel sigue en desobediencia y diáspora, los gentiles son introducidos en ese nuevo pacto (Ro. 11:25-32).

El verdadero final del exilio se producirá cuando Israel vuelva a su Mesías y se aflija por Aquel a quien traspasaron (Zac. 12:6-14).
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Artículo extraído de la RVR 1960 Biblia de estudio Holman

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