viernes, 19 de febrero de 2016

YHVH, ¿a dónde huiré de tu presencia?


Si ves el video que te mando (*), te darás cuenta que hemos caído en una trampa y bien grande...

Lo peor de todo es que hemos sido nosotros mismos los que "nos hemos echado la soga al cuello" al hacernos el Carnet de Identidad, el pasaporte, comprarnos la TV por fibra o cable,
el móvil o celular, meternos en el Facebook, en el Internet, en el Twinter y, por si fuera poco,en el WhatsApp o Wifi .. ¡Y pare Vd. de contar!

En otras palabras, ¡a estas alturas, no hay quien se escape, pues estamos pillados por todas partes, lo mires por donde lo mires!...

Sí, si, amigo mío, así es. ... Todo eso es muy bonito y práctico pero, repito, nos hemos esclavizado nosotros mismos sin darnos cuenta al usar todas esas cosas para ser utilizarnos o manipulados, al final, como si fuéramos "conejos de indias".... No cabe duda de que, estemos en donde estemos o seamos quienes seamos, nos controlarán en cada momento....

Verás, siempre se ha querido construir un "Orden o Gobierno Mundial" pero no se pudo conseguir por "h" o por "b".... Ahora,"sí se podrá conseguir, dice el Emperador de turno, con tanto aparato o medios moderno que tenemos a nuestro alcance y disposición"....

Y ahora, la pregunta del millón: ¿lo podrá conseguir? ¿Tendrá en cuenta a la estatua de Nabucodonosor y a la interpretación que el profeta Daniel le dio?

Fíjate en lo que dice el Libro de Instrucciones (la Biblia).

"Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes: Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número de hombre: y el número de ella es seiscientos sesenta y seis. (Apocalipsis 13:13-18) ....

¿Sorpresa, sorpresa? No debería ser para los que están "al loro" con las lámparas llenas y encendidas con el aceite del bueno ("virgen super extra", diría un servidor),  pues eso es exactamente lo que nos dice en la Biblia que iba a pasar al final de "los últimos días" o Hajarit Hayamin en hebreo (los días "del parto") ...

Y tú me dirás: Samuel, pero vivir sin estos medios es imposible hoy por hoy ¿verdad? Así es, estamos, y más que estaremos, frente a una gran diyuntiva: o servimos "al Cesar de turno o al Rey de reyes y Señor de señores". ¡Y no hay más! ...

No dejes. de ver el vídeo al que yo titularía: ¿Por qué me vigilan tanto si sólo soy "un don nadie"?

(*)  http://www.youtube.com/whatch?v=NPE7i8wuupk

Y frente a esto, amigos, ¿qué hacer? De todo esto y más, hablaremos largo y tendidamente en otra ocasión porque ahora quiero referirme a un hombre que se dio cuenta, hace uno tres mil años, que también era observado "por delante"
y por detrás" por lo que decidió hacer lo correcto..

Ese hombre fue el rey David que, Impulsado por las razones que se ven con toda claridad en el Salmo 139, lo escribió y entregó al director del Coro  para que siempre se entonara en
el Tabernáculo....

Desde entonces, no se ha dejado de cantar (o leer) ni un sólo día, ni se dejará de hacer hasta que venga el ansiado y esperado Mesías el cual está a punto de aparecer pues sólo faltan unos minutos para que sean "las doce" según las profecías (la hora comando viene "El Príncipe" a buscar a su "Cenicienta") ...

Cuando leas el texto (**), enseguida te darás cuenta qué fue lo que le movió para escribirlo y es que, frente al reconocimiento de lo que él era delante de su Creador, no tiene mas remedio que admitir, entre otras cosas: "que no puede esconderse de Su presencia o vivir sin Él"...

De ahí que termine su oración diciéndole que lo examine, que conozca su corazón, que pruebe sus pensamientos, que vea si hay en él caminos de perversidad y que lo guíe en EL CAMINO ETERNO....

Y yo me pregunto: ¿podríamos caer nosotros también hoy de rodillas delante del Omnipotente y Omnisciente YHVH para decir lo mismo? Y si no pudiéramos hacerlo, ¿por qué crees tú que sería?

Créeme, a estas alturas no tenemos escapatoria que valga pues, no sólo es el Eterno el que nos ve y sigue la  "pista" en plan divino, como habrás visto, ahora resulta que hay "alguien" también que lo hace en plan humano... Osea, que lo miremos por donde lo miremos, no tenemos escapatoria.... No, no la hay de ahí la importancia
de elegir correctamente a quién servir...

Repito, ¿entonces qué hacer? Tú eres el que debes decidir
entre "un cesar" y "EL OTRO"...

Un servidor, hace ya sesenta años y estando muy apercibido de Su presencia y amor, como lo estuvo David, mi bisabuela, abuela y madre, me decidí por el REY que me decía que "buscara el Reino de YHVH y su justicia y las demás cosas (todas a las que Yehosua se refiere) me vendrían por añadidura"....

¿Moraleja? Dime tú la que sacarías después de ver y leer lo
que mando ¿vale?

En mi blog (***) encontrarás otros apuntes que tal vez te interesen. Si los pasas, señala la procedencia....

Abrazos de los de siempre,

Samuel del Coso Román
(Presidente y director de TOLEDO Centro Mundial de los Anusim o Cripto- Judíos SefarditasTOLEDO - (Sefarad/España)
Toledo (Sefarad o España)

+ 34.659.682031 (WhatsApp)
E-mail: (shalomsefarad@shalomsefarad.com)
(***) Blog: (shalomsefarad.blogespot.com.es
___________________

(**) SALMO 139

1. Señor, tú me examinas, tú me conoces.
2. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
    aun a la distancia me lees el pensamiento.
3. Mis trajines y descansos los conoces;
    todos mis caminos te son familiares.
4. No me llega aún la palabra a la lengua
    cuando tú, Señor, ya la sabes toda.
5. Tu protección me envuelve por completo;
    me cubres con la palma de tu mano.
6. Conocimiento tan maravilloso rebasa mi
    comprensión;
    tan sublime es que no puedo entenderlo.
7. ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
    ¿A dónde podría huir de tu presencia?
8. Si subiera al cielo, allí estás tú;
    si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
    también estás allí.
9. Si me elevara sobre las alas del alba,
    o me estableciera en los extremos del mar,
10. aun allí tu mano me guiaría,
      ¡me sostendría tu mano derecha!
11. Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
      que la luz se haga noche en torno mío»,
12. ni las tinieblas serían oscuras para ti,
      y aun la noche sería clara como el día.
      ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!
13. Tú creaste mis entrañas;
       me formaste en el vientre de mi madre.
14.  ¡Te alabo porque soy una creación admirable!
       ¡Tus obras son maravillosas,
       y esto lo sé muy bien!
15.  Mis huesos no te fueron desconocidos
       cuando en lo más recóndito era yo formado,
       cuando en lo más profundo de la tierra
       era yo entretejido.
16. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
       todo estaba ya escrito en tu libro;
       todos mis días se estaban diseñando,
       aunque no existía uno solo de ellos.
17. ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus  
      pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma
      de ellos!
18. Si me propusiera contarlos,
      sumarían más que los granos de arena.
      Y si terminara de hacerlo, aún estaría a tu
      lado.
19. Oh Dios, ¡si les quitaras la vida a los impíos!
      ¡Si de mí se apartara la gente sanguinaria,
20. esos que con malicia te difaman y que en
       vano se rebelan contra ti!
21. ¿Acaso no aborrezco, Señor, a los que te
      odian y abomino a los que te rechazan?
22. El odio que les tengo es un odio implacable;
      ¡los cuento entre mis enemigos!
23. Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
      ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
24. Fíjate si voy por mal camino y guíame por el
      camino eterno.

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