LA RESURRECCIÓN DEL ANTISEMITISMO CRISTIANO

En Inglés: "THE RESURRECTION OF THE CHRISTIAN ANTISEMITISM"

https://www.jpost.com/jerusalem-report/the-resurrection-of-christian-antisemitism-631109

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CASTELLANO:

Por Brian Schrauger 

(18.06.2020)

Fuente: Jerusalem Post

En cada lugar de enseñanza pro-Israel, la resurrección impía del antisemitismo cristiano suplica ser enfrentado, renunciado y combatido.

Era un domingo por la mañana, se acercaba el invierno y los últimos vestigios de color verde se estaban volviendo dorados rápidamente.  

El predicador cristiano recién nombrado se levantó temprano, enojado por los incrédulos que, en nombre de Dios, celebraron la redención y la vida en el otoño. 

 En unos seis meses, llegaría la Semana Santa, y también la Pascua. Aun así, era hora de que el predicador creyera que había que distinguirlas  para afirmar la superioridad de la una sobre el otra; de hecho, había que hacerlo para revelar la naturaleza implacable y nefasta de todos los judíos y sus días santos, para separarse por completo de estos "asesinos de Cristo".

 Aunque no fue el primero en presentar sus argumentos, la serie de sermones que el predicador iniciaría esa mañana institucionalizó el antisemitismo cristiano, una doctrina ideológica que justifica la violencia, el robo e incluso el genocidio contra los miembros de la familia étnica de Jesús y, notablemente, en su nombre.  

Al igual que la marea oceánica, es una doctrina que ha aumentado y disminuido a lo largo de los siglos. 

 Durante los últimos 70 años, más o menos, ha estado en retirada, enterrado después del Holocausto. Hoy, en 2020, está resurgiendo, apareciendo en todas las expresiones del cristianismo.

 Los judíos, dicen, están bajo juicio divino porque "se oponen" a Jesús, y afirma que la pandemia de COVID-19 (coronavirus) es una "plaga" enviada por Dios a  los judíos, extendiéndose desde sus sinagogas al mundo entero.  Su programa diario se llama TruNews.

 Steven Ben-Nun (Denoon), fundador de Israel News Live, afirma ser un creyente judío en Jesús. Sus publicaciones diarias en YouTube incluyen regularmente protestas contra el estado judío y los cristianos que lo apoyan.  Según Ben-Nun, Israel ha hecho un pacto con "la bestia" (el Anticristo) para construir un tercer templo donde, al contrario de su interpretación del Nuevo Testamento, los sacrificios de sangre serán reinstituidos. Afirmando fluidez en hebreo, usa la Biblia para afirmar que Israel hoy busca establecer un estado teocrático en el que los cristianos serán decapitados por su creencia en Jesús.

 Tanto Ben-Nun como Wiles abogan regularmente por las teorías de conspiración global como manos ocultas detrás de la pandemia de coronavirus y los brotes de violencia de mayo de 2020 en los Estados Unidos. La última mano oculta, implican oscuramente, son los judíos.

 Las expresiones más antiguas del cristianismo, como el catolicismo romano y varias denominaciones ortodoxas orientales, han ocultado sus propias convicciones esencialmente antisemitas durante varias décadas, incluso a veces renunciando a él. Sin embargo, en lugar de enfriar el magma, esas convicciones se han evaporado bajo la superficie y amenazan con volver a soplar algún día. Ese día podría ser pronto.  

Pintando al estilo clásico y conocido por  la representación de temas cristianos,

apresentó su último trabajo justo a tiempo para la Pascua, 2020. Nombrándolo, 

"El martirio de San Simón de Trento, por el asesinato ritual judío", es  basado en un libelo de sangre de la Edad Media. Judíos alegres son representados en la lenta sangría y asesinato de un niño cristiano, recogiendo su sangre como ingrediente para la comida de Pascua.

 Estas erupciones aún no se han generalizado, pero amenazan con hacerlo.  

En todos los lugares de enseñanza pro-Israel, especialmente aquellos que toman en serio la Biblia, la resurrección impía del antisemitismo cristiano suplica ser enfrentada, renunciada y peleada.  No más tarde, ahora.  Es un contraataque que debe comenzar con las doctrinas enseñadas por el predicador.  Se llamaba Juan Crisóstomo.

 Dotado de un notable don de habilidad oratoria bien desarrollada, algunos años antes, Juan también había hecho su tarea de memorizar toda la Biblia;  TODA: toda la Torá, todo Tanach;  y todas las porciones cristianas también, especialmente los cuatro evangelios y las cartas del erudito judío, Shaul, quien más tarde tomó el nombre romano de Paulus, conocido hoy como Pablo.

 Es probable que Juan se identificara profundamente con Pablo. Después de todo, la congregación de Crisóstomo estaba en Antioquía, el mismo lugar donde, cientos de años antes, Pablo había visitado en varias ocasiones.  

Antioquía también fue donde los seguidores "del Camino" fueron etiquetados por primera vez como "Cristianos" o "pequeños Cristos".  

Fue un un mote un tanto burlón de seguidores celosos del llamado "Nazareno", un rabino judío de la desfavorable región de Galilea que había asaltado el mundo conocido.  

Siglos después, este domingo por la mañana a principios de la primavera, muchos lo consideraron, quizás por la mayoría, especialmente en Occidente, como el Mesías.  

Evitando la designación hebrea, Moshiach (como también lo hicieron con su nombre hebreo), la mayoría utilizó la variante griega, "Christos", elegida por los traductores judíos de la Torá, la Septuaginta. 

 Sin embargo, más que el Mesías, el Nazareno fue alabado en los escritos de Pablo como el Hijo único de Dios "en quien la plenitud de la deidad habita en forma corporal".

 El ministerio de Crisóstomo en Antioquía acababa de comenzar.  En esos primeros días, su trabajo consistió en estudiar las debilidades y fallos de su congregación.  Lo que más le molestó fue su interacción reverente con un segmento significativo de la población de Antioquía que rechazó enfáticamente al rabino galileo como Mesías y mucho menos a un hombre indivisible de Dios.  

Las mujeres cristianas acudían a ellos en busca de consejo médico y un número significativo de hombres y mujeres se unían a ellos en sus días santos, celebrandolos con ellos.

 Tal y como Crisóstomo lo vio, esto era cualquier cosa menos una expresión espiritualmente saludable de tolerancia y amor; fue una amenaza existencial para la fe cristiana. El problema, según Crisóstomo, eran los judíos.  

Habían pasado más de tres siglos desde donde, en varios cientos de millas al sur de Antioquía, Jesús había ministrado exclusivamente a otros miembros de su familia judía.  Por consiguiente, y desconcertantemente para las sensibilidades del predicador, todos los primeros seguidores del rabino eran judíos.  La mayoría de ellos, sin embargo, eran judíos de la diáspora que vivían fuera de los límites de Judea.  Los seguidores de El Camino dentro de Judea, aunque observaban la Torá, generalmente no eran miembros de la clase sacerdotal.  

Ninguno, o prácticamente ninguno, eran miembros del Sanedrín, el parlamento gobernante del judaísmo con sede en Jerusalén.

 En los primeros años de lo que era una secta judía minoritaria, había esperanza de que los líderes judíos cambiaran de opinión pero justo lo contrario fue lo sucedió. 

 Aunque una minoría significativa de judíos abrazó al Nazareno como el Mesías, sus fundadores judíos también abrazaron a los no judíos en el redil. A medida que este último ascendió y finalmente controló, hubo un rechazo enfático de Jerusalén que llevó el día entre la mayoría de los judíos.

 En los días de Crisóstomo, todas estas cosas habían sucedido hacía más de 300 años. 

 Combinado con su interpretación de la Torá y el Tanakh, este fue tiempo más que suficiente, concluyó, para probar irrefutablemente el juicio de Dios y el rechazo de todos los judíos.

 Armado con esta convicción, Crisóstomo "el piquito de oro" como se le conocía, ascendió al púlpito en 347 CE donde dio el primero de los *ocho sermones* de una serie titulada *En contrá de los Judíos* (Adversus Judaeos).

Las homilías que predicó hace 1.633 años no deben ser ignoradas.  Es sumamente importante que tanto judíos como cristianos identifiquen y refuten los cargos que hizo usando la Biblia y en el nombre de Jesús.

 ¿Que por qué?  Pues porque debido a los argumentos que hizo, su exégesis de los pasajes bíblicos y los juicios que proclamó, se convertirían en la piedra angular del antisemitismo cristiano. 

 En el tiempo y en los siglos venideros, se expandieron, expusieron y expropiaron para justificar libelos, pogromos, desalojos, torturas, asesinatos y matanzas a gran escala de judíos convirtiéndose también en el suelo cultural en el que los *Protocolos de los Ancianos de Sion* se convirtieron en una maleza que dieron a luz a la Shoah, el Holocausto (la llamada "solución final" de Hitler).

 Otra razón por la cual los cargos de Crisóstomo deben abordarse y refutarse es que una vez más, en 2020, pues componen una enfermedad latente que encuentra una expresión renovada en todas las ramas del cristianismo, incluidas las que están con el Estado judío de Israel. 

 Hoy, la enseñanza de Crisóstomo está alimentando las narrativas de las teorías conspirativas de la camarilla judía del final de los tiempos, el palestino cristiano y una acusación que recuerda a la Inquisición de que los sionistas cristianos son herejes.

 El moderno Estado de Israel es muy consciente del resurgimiento global del antisemitismo.  

Su discreto Ministerio de Asuntos Estratégicos trabaja con individuos y organizaciones para exponer la inquietante variedad de expresiones casi cotidianas del mismo.  

Los ejemplos incluyen las diatribas de *Roger Waters de Pink Floyd*, la demonización de las comunidades islamistas de Israel en países de todo el mundo, los símbolos y el vandalismo de los grupos fascistas occidentales, el surgimiento de políticas antiisraelíes en los gobiernos occidentales, las implacables protestas de los líderes palestinos y, por supuesto,  la manguera de bomberos de la retórica anti-israelí rabiosa, con amenazas presentes, de los imanes de Teherán.

 Se puede encontrar evidencia de los esfuerzos del Ministerio de Asuntos Estratégicos en la sección de antisemitismo del periódico The Jerusalem Post en las noticias diarias;  en varias grandes organizaciones sin fines de lucro, como el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén (JCPA) y su reciente publicación, Israelophobia and The West: The Hijacking of Civil Discourse on Israel and How to Rescue It;  en varias publicaciones del ministerio, incluyendo The Virus of Hate: Delegitimization and Antisemitism Converge Around the Coronavirus.

Falta una cosa de estos esfuerzos: La categoría de antisemitismo cristiano no se encuentra en ninguna parte.  Por qué está ausente, solo se puede adivinar.

  

De todos modos, el hecho es que el antisemitismo cristiano es el suelo "fértil" en el que todas las expresiones de odio judío han crecido y están creciendo en todo el mundo.

 Sin embargo, no es suficiente simplemente identificarlo.  Debido a que el antisemitismo cristiano ha sido alimentado por múltiples argumentos usando la Biblia, cada uno de esos argumentos debe ser abordado y refutado, una tarea más allá del alcance de este ensayo. Aún así, se pueden observar algunos de Crisóstomo junto con faltas fundamentales en su exposición y conclusiones.

 Crisóstomo comenzó su trabajo antisemita contra todos los judíos atacando a los cristianos que celebraban los días santos judíos honrando al mismo Dios que el cristianismo, acordando estar en desacuerdo sobre Jesús. “Primero debemos erradicar esta dolencia”, dijo, “y luego pensar en los asuntos externos.  Por encima de todo, debemos curar la nuestra.  Están enfermos, dijo, "con la enfermedad judaizante ... merece una condena más fuerte que cualquier judío".

 El antídoto era demonizar a todos los judíos, usando la Biblia y a Jesús para hacerlo.  Son "niños que se convirtieron en perros", dijo. Las "bestias indomadas" que rechazan el gobierno de Dios, son "no aptas para el trabajo", pero "son aptas para matar, ... y se hacen aptas para la matanza". Su sinagoga, agregó, "no es sólo un burdel y un teatro, también es una guarida de ladrones y un alojamiento para bestias salvajes ... ¡una morada de demonios!" De hecho, "los mismos judíos son demonios ... abandonados por Dios".

 Como cristianos, dijo, “debemos odiarlos a ellos y a su sinagoga".  ¿Debo hablarles de su saqueo, su codicia, su abandono de los pobres, sus robos, sus trampas en el comercio?  Todo el día no será suficiente para contarte estas cosas ."¡Mataron al Hijo de tu Dios!"  De hecho, mataron al mio Dios!

 Crisóstomo también afirmó que, según la Torá y Tanach, a los judíos se les prohibió practicar prácticamente todas las leyes que Dios les había dado fuera de Jerusalén.  Esto significaba, dijo, que cualquier práctica del judaísmo, incluida la lectura de la Torá, era contraria al mandato de Dios.

 ¿Y cuál fue el argumento que lo aseguró y confirmó todo esto?*  Según el predicador, la maldición de Dios sobre todos los judíos fue probada por su desalojo irrevocable de Jerusalén: “Ya no hay ninguna esperanza de que recuperen Jerusalén.  Porque esa ciudad no se levantará nuevamente en el futuro, ni volverán a su forma de adoración anterior  Esa ciudad está y permanecerá fuera de sus límites en todo momento". Es más, dijo, “Dios [ha] ordenado que Jerusalén permanezca para siempre en ruinas.

 Las herrores principales en los argumentos de Crisóstomo son los mismos que se hacen hoy en día.  Incluyen:

 • Culpar a todos los judíos por el mal comportamiento de unos pocos;

 • Rechazo explícito de las advertencias y afirmaciones de Pablo en Romanos, Capítulo 11 (afirmando que la primacía del llamado de Dios y sus convenios con los judíos es "irrevocable";

 • Negación del plan redentor de Dios para "todo Israel";

 • Abogar por una versión no histórica helenizada y deshumanizada de Jesús, rechazándolo como un judío observante de la Torá, manteniendo todos sus días santos y no estableciendo ninguno de los cristianos;

 • Ignorando la defensa principal y feroz de Jesús por sus compañeros judíos a lo largo de su ministerio, especialmente contra el abuso religioso;  y por supuesto,  

 la afirmación de que la prueba definitiva de todos los cargos contra los judíos en nombre de Dios fue "Jerusalén, para siempre en ruinas".

 A pesar de las diferentes narrativas sobre Jesús, los defensores judíos y cristianos están equipados para contrarrestar estas afirmaciones.  Sin embargo, no es suficiente hacerlo sólo con bromas, memes o videoclips de tres minutos.  

Los argumentos bíblicos que Crisóstomo hizo son profundos. En consecuencia, deben ser arrancados de raiz.  Se necesitará mucho trabajo, mucho esfuerzo cuidadoso y deliberado.

 Las conferencias pro-Israel, los estudios bíblicos, los libros, los programas de radio, los blogs, los artículos y las lecciones de YouTube deben incluir una enseñanza en profundidad para contrarrestar el error en profundidad de Chysostom.  Es en estas profundidades que el antisemitismo cristiano se esconde y vive.  Por lo tanto, sólo en estas profundidades se puede desarraigar.  Especialmente en un momento como éste.

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Nota: Más información acerca de este tema, buscado en Geogle con los títulos: 

* "El antisemitismo de los Padres de la 

    Iglesia,

* El antisemitismo de Juan Crisóstomo,

* etc., etc.